sábado, 10 de julio de 2010

La vida es según cómo la miramos.



Hoy vamos a comenzar el programa con El Hacedor de lluvia porque pienso que en la vida, al igual que en esta historia, cada vez que abrimos nuestro corazón con sinceridad y con optimismo simultáneamente estamos otorgando nuevas posibilidades de que nuestros sueños se hagan realidad de una manera más simple y sencilla, porque si dejamos que las cosas fluyan sin forjarlas tanto seguramente llegarán en el tiempo correcto, en el tiempo justo. Indudablemente, arribaran a nosotros en el mejor momento… Cuando realmente podamos disfrutarlas, cuando estemos preparados para vivir esas experiencias plenamente…
A veces nos preocupamos y nos ocupamos tanto de lo que no tenemos y nos gustaría tener, de lo que aún no somos y nos gustaría ser, de lo que logran los otros y no está dentro de nuestras posibilidades… Que dejamos que todo esto, que hoy somos y tenemos, pierda su valor por la estúpida razón de estar mirando para otro lado… Por no poner nuestra mirada donde tiene que estar…
Y así, nos olvidamos que cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día de vida es un milagro que podemos transformarlo en mágico poniendo el acento en todas las cosas buenas y escribiendo anécdotas maravillosas, sorprendentes que conviertan a nuestra existencia en una experiencia digna de disfrutar…
Porque suele pasar que, en esta facultad de elegir que tenemos, es frecuente optar por desperdiciarlo todo… Lamentándonos, quejándonos, victimizándonos, comparándonos, o sintiéndonos inferiores… insuficientes, aunque más no sea sin darnos cuenta…
Sin embargo, si nos ponemos firmes, si en este preciso momento nos decidimos por reflexionar profundamente sobre “cómo quiero a la vida” y “cómo la quiero vivir” estaremos abriendo otros caminos, estaremos dando lugar a otras posibilidades… Como por ejemplo, darnos cuenta, de una vez y para siempre, de que la vida es según cómo la miramos… Según como nos predispongamos a vivirla… Según cómo y desde qué vereda nos propongamos protagonizarla…
Y si es así de fácil… Y si es así de sencillo… Entonces… ¿Por qué hacer que todo sea tan difícil? ¿Por qué hacer que todo sea tan complicado?
Recuerda que como dice la antigua frase “El mundo está lleno de alegrías. El arte consiste en saber distinguirlas”…
Es por ello, que en el programa de hoy la propuesta es encender la luz del alma para abrir los ojos del corazón, de manera tal, que podamos distinguir todas las virtudes que forman parte de nuestro ser… Valorando todo los sucesos que forman parte de nuestro pasado que nos permitieron ser lo que somos hoy, alegrándonos por este presente que es tan maravilloso como el milagro de la vida, que si logra ser iluminado por la claridad del sentimiento indudablemente nos deparará un futuro lleno de dicha…
No olvides que: “la felicidad verdadera es tan sencilla que la mayoría de la gente no repara en ella. Es hija de lo más humilde, tranquilo y modesto que existe”… Por eso, no forjes los hechos deja que ellos fluyan y lleguen cuando tengan que llegar… Y no te quejes tanto porque en definitiva: "La felicidad te mantiene agradable... Los intentos te mantienen fuerte... Los sufrimientos te mantienen humano... Las derrotas te mantienen humilde... Los éxitos te mantienen en crecimiento... Pero solo Dios te mantiene andando..."


1 comentario:

Mabel dijo...

Hermosas palabras. Me llegaron al corazon. Muy lindo todo!