sábado, 4 de septiembre de 2010

A mi me toca profundamente el corazón...




Hoy quiero comenzar el programa con El peso de una oración”. Una historia que ya he leído alguna vez y que sin embargo al repasarla, no deja de emocionarme su mensaje… Experimento la sensación que traspasa el alma y me moviliza los sentimientos…


Son muchas las cosas que pienso, algunas están muy claras, muy claras para mi que creo en Dios y que pienso que llega siempre en el momento justo y que conoce todas las razones y los por qué las cosas pasan… Y por lo tanto me emociona ver estas historias como representativas de la acción de Dios, de los milagros que produce en esta tierra nuestro creador…

No obstante, se que cuando digo esto, puedo estar frente a una audiencia que cree en un Dios, tal vez del mismo al que – a mi modo- le brindo honores o tal vez de otro… O quizás directamente esté frente a algunos oyentes que no crea en ninguno…

Por eso, decido enfocarme para otro lado… Pero, les digo la verdad, es algo raro… Porque no puedo escaparme de esta imagen que ha creado mi mente… Pienso, que la ilusión de creer en “algo” nos alimenta el espíritu, siento que, inevitablemente, nos llena de vigor y de fuerza, nos invade de ánimo y aliento e incluso nos marca un sendero, nos conduce por un camino…

De cualquier manera, si seguimos “investigando” sobre esta reflexión, nos damos cuenta de que no solo nos habla de la fe, sino que también nos muestra el lado más comercial-remunerativo y de mezquindad que puede llegar a existir en el ser humano… Y, de repente, la figura que se contrapone, en el momento en que aparece la solidaridad y la generosidad que llega únicamente cuando nos damos la posibilidad de abrir nuestro corazón y dar una mano a los que la necesitan…

Creo que en la vida, hay un poco de estas tres cosas, -y de otras también pero que aquí no se mencionan- que hacen que a medida que vayamos transitando el camino nos sorprendamos por los acontecimientos que se vuelven extraordinariamente misteriosos e incomprensibles para la mentalidad humana por lo que las percibimos como milagros, aunque creo que también hay personas que se han educado en la generosidad y la ejercen y otros que han adoptado un espíritu comercial y lucrativo que les impide ver más allá, hasta que de repente… “una expresión sobrehumana” vislumbra toda su existencia…


Comunicadora Social/Periodista Silvina Tissera.

sábado, 28 de agosto de 2010

El peso de una oración.



Una mujer pobremente vestida, con un rostro que reflejaba tristeza, entró a una tienda, se acercó al dueño y de manera humilde preguntó si podía llevarse algunas cosas a crédito; con voz suave explicó que su esposo estaba muy enfermo y que no podía trabajar, tenían siete niños y necesitaban comida.
El dueño no aceptó y le solicitó que abandonar a la tienda.
Sabiendo la necesidad que estaba pasando su familia la mujer rogó:
<“Por favor señor, se lo pagaré tan pronto como pueda">
El dueño le dijo que no podía darle crédito, ya que no tenía una cuenta de crédito en su tienda.
De pie, cerca del mostrador, se encontraba un cliente que escuchaba la conversación entre el dueño de la tienda y la mujer.
El cliente se acercó y le dijo al dueño de la tienda que el se haría cargo de lo que la mujer necesitara para su familia;

Entonces el dueño, amoscado, preguntó a la mujer:
> " ¿Tiene usted una lista de compras?".
La mujer dijo: >"Si señor";
>"Esta bien," dijo el dueño,

>“Ponga su lista en la balanza de platos y lo que pese su lista le daré en comestibles".
La mujer titubeó por un momento y cabizbaja buscó en su cartera un pedazo de papel, escribió algo en él y lo puso, triste aún, en uno de los platos de la balanza.
Los ojos del dueño y del cliente se llenaron de asombro, cuando el plato de la balanza donde estaba el papel, se hundió hasta el fondo y se quedo así.
El dueño, sin dejar de mirar la balanza dijo:

>"No lo puedo creer"...
El cliente sonrió y el dueño comenzó a poner comestibles en el otro plato de la balanza.
La balanza no se movía, por lo que continuó poniendo más y más comestibles, hasta que se llenó.
El dueño se quedó pasmado de asombro.
Finalmente, tomó el pedazo de papel y lo miró todavía más asombrado....
¡No era una lista de compra!
Era una oración que decía:

“QUERIDO SEÑOR, TÚ CONOCES MIS NECESIDADES Y YO VOY A DEJAR ESTO EN TUS MANOS"
El dueño de la tienda le entregó los comestibles que había pesado y quedó allí en silencio.
La mujer agradeció y abandonó la tienda; el cliente entregó un billete de cincuenta dólares al dueño y le dijo:
"Valió cada centavo de este billete; ahora sabemos cuanto pesa una oración".

AUTOR DESCONOCIDO

sábado, 21 de agosto de 2010

Intenta estar vivo.



"Cambia tú. Cambia radicalmente. Deja de hacer las cosas que has estado haciendo siempre. Empieza a hacer cosas que no hayas hecho nunca. Cambia radicalmente, vuélvete una persona nueva y te sorprenderás. (. . .) nunca estés esperando que el otro cambie".


* "Si no vives peligrosamente, no vives. La vida sólo florece en el peligro. La vida nunca florece en la seguridad. (. . .) cuando todo está yendo a la perfección, fíjate, te estás muriendo y no pasa nada".


* "Una cosa podría estar bien en este momento y podría ser un error el momento próximo. No intentes ser consistente; de otra forma, estarás muerto. (. . .) Intenta estar vivo con todas sus inconsistencias".
OSHO.

La vida y "el arte de la espontaneidad".




Hoy vamos a comenzar “Noche de Melodías para el corazón” con la historia: “Desesperanza” porque a veces nos sentimos impresionados por la vertiginosidad con que la vida nos va cambiando de contexto, nos sentimos sorprendidos por la celeridad con que nos presenta nuevas situaciones y nos expone en circunstancias impensadas… Lo que, simultáneamente, nos lleva a sentirnos llenos de incertidumbres y totalmente carenciados de garantías…

A veces nos sentimos perplejos al ver que la vida nos va alejando de lo planificado y otras veces nos sentimos frustrados por ver derrumbarse o simplemente por no poder cumplir los sueños que nos hemos prometido… Y al no poder concretar las expectativas que nos impusimos en su momento, entramos en un estado de crisis emocional que no nos deja ver más allá…

Los cambios… Las transformaciones… Aparecen como rupturas que vienen a marcar un antes y un después en nuestra historia… Vienen a romper con lo que estaba instituido para dar lugar a lo nuevo… a lo desconocido… Y como siempre, lo nuevo y lo desconocido nos genera miedo, nos llena de dudas e incertidumbres que debemos vencer…

E indudablemente para ello debemos intentar estar lo mas fortalecidos posible… Para lo que tenemos que “obligarnos” a buscar esas fuerzas necesarias en lo más recóndito de nuestro interior… Ahí donde yacen todas las respuestas a nuestras preguntas, donde reposan los sentimientos más profundos que nos devuelven el don de creer y el valor para volver a empezar…


Porque la vida va escribiendo sus guiones en el día a día, en el arte de la espontaneidad y la improvisación… Y nosotros debemos aprender a acompañar ese arte de reinventar la sinopsis de nuestra propia historia para no detenernos en el camino y para no volver hacia atrás.


Desesperanza.



El único sobreviviente de un naufragio fue visto sobre una pequeña e inhabitada isla. El estaba orando fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara, y todos los días revisaba el horizonte buscando ayuda, pero esta nunca llegaba.


Cansado, eventualmente empezó a construir una pequeña cabañita para protegerse, y proteger sus pocas posesiones. Pero entonces un día, después de andar buscando comida, el regreso y encontró la pequeña choza en llamas, el humo subía hacia el cielo.


Lo peor que había pasado, es que todas las cosas las había perdido.El estaba confundido y enojado con Dios y llorando le decía"¿Cómo pudiste hacerme esto?" Y se quedo dormido sobre la arena.Temprano de la mañana del siguiente día, el escuchó asombrado el sonido de un barco que se acercaba a la isla.Venían a rescatarlo, y les pregunto, ¿cómo sabían que yo estaba aquí?.


Y sus rescatadores le contestaron, Vimos las señales de humo que nos hiciste...


Es fácil enojarse cuando las cosas van mal, pero no debemos de perder el corazón, porque Dios esta trabajando en nuestras vidas, en medio de las penas y el sufrimiento.Recuerda la próxima vez que tu pequeña choza se queme.... puede ser simplemente una señal de humo que surge de la GRACIA de Dios. Por todas las cosas negativas que nos pasan, debemos decirnos a nosotros mismos:

DIOS TIENE UNA RESPUESTA POSITIVA A ESTO



Cuando todas mis fuerzas quieren despertar, cuando no puedo más, cuando mis lágrimas cayeron ya, cuando no sé llorar, antes de escuchar mi grito final, una voz me dice que de nuevo hay que levantarse y andar. Cuando nada ni nadie parece importar y todo me dá igual, cuando no me queda sitio para respirar, cuando no creo más,antes de correr, antes de escapar,una voz me dice que de nuevohay que levasntarse y andar. Hay que llegar al fondo y resurgir, hay que morir mil veces y empezar. Una voz me dice vamos a vencer. Una voz me grita : tengo que creer. Una voz me alienta ya no hay que temer y todo mi tiempo quiere florecer. Hay que llegar al fondo y resurgir. hay que morir mil veces y empezar. Una voz me dice: hay que despertar. Una voz me grita: no mirar atrás. Una voz me alienta: vamos a empezar. Una voz me invita: a RESUCITAR.


AUTOR DESCONOCIDO.

sábado, 7 de agosto de 2010

La distribución del tiempo.


La historia con la que damos apertura al programa de hoy, nos invita a reflexionar sobre la distribución que hacemos con nuestro tiempo, en una época donde el consumo es el gran protagonista y aumentar cada vez más el poder adquisitivo es prácticamente un objetivo generalizado.

La manera competitiva de vivir en la actualidad, la forma de desenvolvernos en la sociedad consumista hace que el mercado nos vaya “educando” en la ambición y en la avaricia y nos ordena la tarea de trabajar en pos de lograr un incremento permanente de capitales.

Y suele ser tan determinante nuestra meta, al punto que nos olvidamos que hay grandes cosas en la vida que merecen de nuestra atención y de nuestro esmero. Pero es que estamos tan ocupados en la misión que nos hemos impuesto que pareciera ser que no podemos ver más allá de lo material y lo económico… Mas allá de lo mercantil o monetario…

Y de esta manera, vamos desaprovechando esos instantes que podrían volverse mágicos si simplemente nos dispusiéramos a compartir algo con las personas que son especiales para nosotros y para las cuales también lo somos. Esos instantes mágicos que no se cotizan en pesos ni en dólares pero que no pierden su valor aunque pasen los años… Porque los sentimientos quedan perpetuados en el corazón, los momentos que nos llenaron de alegría y emoción se inmortalizan en el alma y no se amortizan nunca, porque el amor no tiene noción del tiempo…

Por eso, la idea de empezar con esta historia, es reflexionar sobre cómo estamos “administrando” nuestro tiempo, la intención es pensar en el costo de oportunidad de nuestra vida, y recapacitar sobre cuántas cosas nos gustarían decir y quizás nos estamos callando… cuantas cosas nos gustaría compartir pero no las compartimos… Recapacitar sobre, a quiénes extrañamos y no se lo hacemos saber… a quiénes queremos pero jamás se lo decimos…

Justamente, mañana es el Día del Niño, y a veces suele suceder que nuestra mayor preocupación es que a ellos “no les falte nada” entendiendo que ese “no faltarles nada” es todo lo que se puede comprar con dinero… Y entramos en una equivocación de creer que nuestros niños “lo tienen todo” sin advertir la importancia de una palabra en el momento justo, la necesariedad de un consejo en el momento adecuado, el valor de una caricia en un instante de tristeza o un abrazo en un momento de alegría…

Que no es más ni menos que referirnos a la necesidad de presencia y de estar cuando se lo necesita y cuando es necesario… Por eso, reivindicamos la idea de volcar nuestra reflexión hacia un horizonte lleno de luz que nos permita vislumbrar que la vida está llena de cosas lindas, está colmada de gente que nos quiere y queremos… compuesta por personas que necesitamos y nos necesitan… Y por lo tanto, debemos saber como utilizar nuestro tiempo, para que podamos cumplir con nuestras obligaciones sin dejar de disfrutar de esos seres que nos llenan de amor y sentido… Para que cuando pasen los años no sintamos la triste sensación de que se nos ha pasado la vida sin prácticamente haber vivido…

Comunicadora Social/Periodista Silvina Tissera.

sábado, 24 de julio de 2010

La importancia de estar en sincronía con uno mismo.



Hoy vamos a comenzar el programa con "Lo que uno posee". Una reflexión que nos enseña la importancia de estar bien con uno mismo porque indefectiblemente cuando nos sentimos satisfechos con lo que somos… Cuando estamos tranquilos con lo logrado no hay nada que pueda hacer deslucir nuestra esencia… Nada que nos pueda perjudicar ni cambiar el ánimo… Ni tampoco que nos desvíe del camino elegido… Aunque existan actitudes ajenas que quieran hacernos perder el rumbo…


Es cierto que hay palabras, gestos, actitudes que nos pueden engrandecer o nos pueden menguar… Pero también es cierto que los efectos que pueden generar en mi persona las conductas de otros dependen exclusivamente de mí y de la manera en que me siento… Obedece a si estoy en sincronía conmigo mismo… y si me siento bien en cuerpo y alma…


Porque la vida es tan simple o tan complicada según la vemos y pensamos… Por eso, siempre es importante “educar” nuestra mirada para que el sendero que nos toca transitar, esté lleno de flores… Para que podamos respirar y sugestionar el maravilloso perfume de las rosas…



Que mas allá de las espinas que nos puedan causar dolor, nos dejan el aroma de lo simple y original… donde la humildad es amiga de la belleza y nos abre nuevas vías para que recorramos el camino con la grandeza y la fortuna de los que tienen un corazón gigante, repleto de amor para entregar sin condiciones ni exigencias…


Ciertamente, como lo enuncia la frase: “No puedo controlar los actos de los demás pero sí puedo controlar los míos”, así que, si por alguna razón evidencias que la envidia, el desprecio, la humillación o el descrédito se quieren reir en tu cara, respóndeles con tú mejor sonrisa llena de amor y gratitud, porque como dice esta historia “cada uno da lo que posee”…


Esfuérzate por ser cada vez mejor, para que lejos de las miserias humanas, tu vida esté siempre llena de rosas.

Lo que uno posee.

Una persona perversa resuelve hacer un presente a una persona pobre por su aniversario e irónicamente manda preparar una bandeja llena de basura y desperdicios.
En presencia de todos, manda entregar el presente, que es recibido con alegría por el agasajado.
Gentilmente, el agasajado agradece y pide que lo espere un instante, ya que le gustaría poder retribuir la gentileza.
Tira la basura, lava la bandeja, la cubre de flores, y la devuelve con un papel, donde dice:"Cada uno da lo que posee."
Así que, no se entristezca con la actitud de algunas personas; no pierda su serenidad.La rabia hace mal a la salud, el rencor daña el hígado y la cólera envenena el corazón.
Domine sus reacciones emotivas.Sea dueño de si mismo.No arroje leña en el fuego de su aborrecimiento.
No pierda su calma.Piense antes de hablar y no ceda a su impulsividad.
"Guardar resentimientos es como tomar veneno".

sábado, 17 de julio de 2010

La luz de la esperanza.



Hoy vamos a comenzar nuestro programa con la breve historia titulada ”La esperanza de una vela” porque así como lo dice esta reflexión en nuestro corazón estas velas también a veces suelen apagarse producto de las circunstancias que nos van sucediendo… Incluso si somos realistas hay instantes en donde sentimos que también a la esperanza la hemos perdido de tan desanimados que solemos estar.

Porque, resulta ser que un día nos enojamos tanto por algunas cosas que nos pasan suponiendo que no somos merecedores de vivirlas que comienzan a apagarse estas velas que alumbraron nuestro camino.

Entonces, mientras esas velas se van apagando simultáneamente vamos sepultando esos sueños que abrazábamos con tanto amor y cariño, esos anhelos que nos permitían seguir adelante con una mirada auspiciosa de lo que podría ser una realidad…

Y empezamos a sentirnos en un estado de soledad profunda que nos suele conducir a la tristeza y luego a la amargura hasta que si no encontramos la manera de volver a encenderlas llegamos a perder el sentido de para qué estamos en este mundo. Y nos abundan las preguntas mientras que son escasas las respuestas. Y nos sentimos desdichados e incomprendidos. Y entramos en el terreno de la zozobra y el olvido.

Pero, si de repente nos proponemos volver a creer, si de golpe nos formulamos volver a empezar con la convicción de que todo puede mejorar habremos encendido la vela de la esperanza que nos evidencia que no existen imposibles, que no hay sueño que no este a nuestro alcance…
Y será el momento para arrancar de nuevo, será la oportunidad de retomar el vuelo aunque cueste empezar otra vez desde el principio, aunque signifique un gran esfuerzo tener que iniciar una vez más desde cero.

Es cierto, que a veces no es fácil encender la vela de la esperanza… Sin embargo, siempre hay alguien que, de alguna manera, se cruza en nuestro camino con la intención de prender esa llama que nos devuelve la confianza, que nos renueva la ilusión y nos convoca a creer nuevamente.
Y si así sucede… Por qué negarnos a volver a creer… Por qué negarnos a volver a empezar… Si desde siempre nos han enseñado que la vida, está llena de ciclos que empiezan y terminan, llena de etapas, que nacen y mueren, que tienen principio y final…

Por eso, la pregunta es por qué no volver a intentar… Comenzando por la simple pero a veces ardua tarea de encender la vela de la esperanza que llena a nuestra vida de sentido, que nos permite recuperar esos sueños perdidos o construirnos otros nuevos… Que nos envuelve de ilusiones el alma dándonos fuerzas para salir adelante y continuar el viaje… sin olvidar que la vida está llena de logros y conquistas porque como dice el antiguo refrán el único fracaso es nunca intentarlo…

La esperanza de una vela.


Cuatro Velas se estaban consumiendo tranquilamente.

El ambiente estaba tan silencioso que se podía oir el diálogo entre ellas.
La primera dice:

¡Yo Soy la Paz!

A pesar de mi Luz, las personas no consiguen mantenerme encendida.
Y disminuyendo su llama, se apagó totalmente.
La segunda dice:

¡Yo me llamo Fe!

Infelizmente soy superflua para las personas.

Porque ellas no quieren saber de Dios, por eso no tiene sentido continuar quemándome.

Al terminar sus palabras, un viento se abatió sobre ella, y esta se apagó.

En voz baja y triste la tercera vela se manifestó:

¡Yo Soy el Amor!

No tengo mas fuerzas que quemar.

Las personas me dejan de lado porque solo consiguen manifestarme para ellas mismas; se olvidan hasta de aquéllos que están a su alrededor.

Y también se apagó.

De repente entró una niña y vió las tres velas apagadas…

¿Qué es esto?

Ustedes deben estar encendidas y consumirse hasta el final.

Entonces la cuarta vela, hablo:

No tengas miedo niña, en cuanto yo esté encendida, podemos encender las otras velas.

Entonces la niña tomó la vela de la Esperanza y encendió nuevamente las que estaban apagadas.


¡Que la vela de la Esperanza nunca se apague dentro de nosotros!

sábado, 10 de julio de 2010

La vida es según cómo la miramos.



Hoy vamos a comenzar el programa con El Hacedor de lluvia porque pienso que en la vida, al igual que en esta historia, cada vez que abrimos nuestro corazón con sinceridad y con optimismo simultáneamente estamos otorgando nuevas posibilidades de que nuestros sueños se hagan realidad de una manera más simple y sencilla, porque si dejamos que las cosas fluyan sin forjarlas tanto seguramente llegarán en el tiempo correcto, en el tiempo justo. Indudablemente, arribaran a nosotros en el mejor momento… Cuando realmente podamos disfrutarlas, cuando estemos preparados para vivir esas experiencias plenamente…
A veces nos preocupamos y nos ocupamos tanto de lo que no tenemos y nos gustaría tener, de lo que aún no somos y nos gustaría ser, de lo que logran los otros y no está dentro de nuestras posibilidades… Que dejamos que todo esto, que hoy somos y tenemos, pierda su valor por la estúpida razón de estar mirando para otro lado… Por no poner nuestra mirada donde tiene que estar…
Y así, nos olvidamos que cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día de vida es un milagro que podemos transformarlo en mágico poniendo el acento en todas las cosas buenas y escribiendo anécdotas maravillosas, sorprendentes que conviertan a nuestra existencia en una experiencia digna de disfrutar…
Porque suele pasar que, en esta facultad de elegir que tenemos, es frecuente optar por desperdiciarlo todo… Lamentándonos, quejándonos, victimizándonos, comparándonos, o sintiéndonos inferiores… insuficientes, aunque más no sea sin darnos cuenta…
Sin embargo, si nos ponemos firmes, si en este preciso momento nos decidimos por reflexionar profundamente sobre “cómo quiero a la vida” y “cómo la quiero vivir” estaremos abriendo otros caminos, estaremos dando lugar a otras posibilidades… Como por ejemplo, darnos cuenta, de una vez y para siempre, de que la vida es según cómo la miramos… Según como nos predispongamos a vivirla… Según cómo y desde qué vereda nos propongamos protagonizarla…
Y si es así de fácil… Y si es así de sencillo… Entonces… ¿Por qué hacer que todo sea tan difícil? ¿Por qué hacer que todo sea tan complicado?
Recuerda que como dice la antigua frase “El mundo está lleno de alegrías. El arte consiste en saber distinguirlas”…
Es por ello, que en el programa de hoy la propuesta es encender la luz del alma para abrir los ojos del corazón, de manera tal, que podamos distinguir todas las virtudes que forman parte de nuestro ser… Valorando todo los sucesos que forman parte de nuestro pasado que nos permitieron ser lo que somos hoy, alegrándonos por este presente que es tan maravilloso como el milagro de la vida, que si logra ser iluminado por la claridad del sentimiento indudablemente nos deparará un futuro lleno de dicha…
No olvides que: “la felicidad verdadera es tan sencilla que la mayoría de la gente no repara en ella. Es hija de lo más humilde, tranquilo y modesto que existe”… Por eso, no forjes los hechos deja que ellos fluyan y lleguen cuando tengan que llegar… Y no te quejes tanto porque en definitiva: "La felicidad te mantiene agradable... Los intentos te mantienen fuerte... Los sufrimientos te mantienen humano... Las derrotas te mantienen humilde... Los éxitos te mantienen en crecimiento... Pero solo Dios te mantiene andando..."


El Hacedor de lluvia.

CarlJung, principal seguidor de Sigmund Freud en el campo del psicoanalisis, solía hablar del poder de los milagros a traves de la siguiente historia:
Cierto pueblo sufrió durante cinco años consecutivos una terrible sequía. A pesar de que la comunidad solicitó en varias ocasiones los servicios de famosos hacedores de lluvia, ninguno logró solucionar el problema. En un último y desesperado intento, los ciudadanos del pueblo decidieron pedir ayuda a un famoso Hacedor de lluvia de un lejano país. Cuando este llegó al pueblo, alzo su tienda de campaña, entro en ella y desapareció durante cuatro días. Al quinto día, la anhelada lluvia empezó, a caer con abundancia regando la tierra agotada por la sequía. Sin dar credito a sus ojos, los habitantes del pueblo preguntaron al Hacedor de lluvia como había logrado obrar semejante milagro.
--El merito no es mio --replicó el Hacedor modestamente-. Yo no he hecho nada.
Ante aquella desconcertante respuesta, la gente del pueblo exclamó:
Es imposible! Cuatro días despues de tu llegada empezó a llover.
-Lo primero que advertí al llegar --explico el Hacedor--
es que vuestro pueblo no vivía en armonía con el cielo.
Tras Armonizar mi ser con el poder Divino durante
Cuatro días el Cielo os obsequió con su agua de lluvia
AUTOR DESCONOCIDO.

sábado, 3 de julio de 2010

Ver con el corazón, nos ayuda a abrir puertas.



Hoy vamos a comenzar nuestro programa conLas tres puertas”.
Una historia que nos invita a contemplar los hechos con paciencia para poder descifrar los mensajes que están escritos en cada circunstancia… Porque en cada experiencia hay mensajes que están claramente puestos a la vista de nuestros ojos… Pero también hay otros que para percibirlos hay que encender la luz que nace desde adentro para codificar aquello que es invisible y que no podemos ver…

Es que si queremos abrir las puertas que nos conducen “hacia adelante”, si nos proponemos traspasar esas puertas que nos permiten proyectar en pos de poder acariciar esos logros que tanto deseamos, habrá que tener la intención de conocer el significado de los acontecimientos, esos sucesos que nos van marcando como personas y nos hacen crecer en sabiduría…

E inmediatamente, nos damos cuenta de la importancia que tiene el tiempo en todo esto. Si, porque para dar lectura a esos mensajes que trascienden las palabras se requiere de tiempo… Para pensar, para reflexionar. El tiempo que tantas pero tantas veces nos negamos, en esta casi inconciente manera de vivir de prisa, de vivir estando siempre apurados…

Es que vamos tan rápido… Tan rápido… Que no podemos ver con claridad. La nebulosa que nos genera la velocidad nos hace perder de vista tantas cosas importantes que tenemos a nuestro lado, tantas personas que significan tanto para nosotros y pasan desapercibidas… Tantos logros podrían ser una realidad hoy y que, desafortunadamente no se concretan por tener la mirada puesta en otro lado, o mirar solo hacia el futuro…

Tantos lamentos en vano por no poder abrir esas puertas que nos conducen hacia adelante sin poder apreciar lo que tenemos hoy o lo que es peor sin poder advertir quienes somos, por no saber o no querer comprender… Pero… Si paramos… Si nos detenemos aunque sea por un instante a pensar… Si nos signamos un momento para reflexionar vamos a poder encender la luz del corazón que codifica fácilmente todos los mensajes… Los explícitos y los implícitos…

Y descubriremos todo lo que sabemos… Y nos asombraremos con todo lo vivido… Y desaparecerá la nebulosa que nos hacía borroso el camino… Y podremos acariciar la satisfacción del que ama lo que hace y se reconforta de ser quien es… Y se abrirán otras puertas ya sin dificultades… Y hasta quizás, en un instante nos daremos cuenta de que no es necesario seguir investigando –al menos por un tiempo- porque aquí estaba lo que buscábamos…

Y será entonces que habremos encontrado la manera de vivir apasionadamente con el corazón puesto en cada cosa, otorgándole intensidad a cada momento y a cada instante… Ya sin prisa ni apuros y dándonos el tiempo necesario y justo de conocer y analizar el pasado para vivir el presente de tal forma que se abran solas las puertas del futuro…


Las tres puertas.



A un niño le dijeron que al pasar por tres puertas podría salvar a su madre, que estaba muy enferma. En su inocencia, el niño lo creyó plenamente y se enfrentó con la primera puerta. En la primera puerta, había un mensaje que decía: "Solamente aquellos que son puros e inocentes en su corazón pueden pasar por esta puerta." El niño no tuvo ningún problema en abrirla.

En la segunda puerta, había un mensaje que decía: "Solamente aquellos que tienen amor profundo por todos los seres podrán pasar por esta puerta." El niño se confundió un poco; tenía mucho amor por su mamá y su perrito, pero no estaba seguro con relación al restante.

De todas formas, decidió arriesgar y no lo pudo. La puerta no se abría.
Salió desilusionado y empezó a pensar que podría hacer. En esto, pasó un niño cuya piel tenía otro color. En otra ocasión, el niño ser reiría del otro, pero ahora no. Lo miró en los ojos y lo saludó. Unos niños aparecieron y trataron de burlarse del color de piel, pero el niño lo defendió. Y durante todo el día, demostró su amor por los otros, de una forma u otra.

Cuando sintió que había cumplido con eso, fue a su casa, saludó a su mamá - que estaba peor, la pobrecita - y volvió a atravesar las puertas. Nuevamente con la primera no tuvo problemas. Y ahora la segunda se le abrió fácil.

En la tercera puerta, había un mensaje que decía: "Solamente aquellos que tienen un conocimiento profundo de todas las cosas podrán pasar por esta puerta." El niño empezó a llorar; todavía no entraba en la escuela y le faltaban muchos años para realmente saber todo. Ni siquiera se arriesgó. La puerta no se abriría.

Salió desilusionado e iba a regresar a su casa cuando se encontró con un mendigo. Normalmente, huiría de él, pero como se había comprometido a amar a todos, se acercó y le preguntó si se le ofrecía algo. El mendigo pidió por dinero, cosa que el niño no tenía, pero este se ofreció a lavar la camisa que el mendigo la tenía puesta.

Fue y la lavó con todo el cuidado. Mientras secaba, el mendigo comía un poco del poco que les había sobrado del almuerzo y empezaron a conversar.

Conmovido con la historia del niño, el mendigo le preguntó: "Dices que no sabes nada; sin embargo, sabes ¿quién eres?""Sí, lo sé.""¿Sabes quien es tu madre?""Sí, lo sé.""¿Sabes donde es tu hogar?""Sí, lo sé.""Bueno, ahora solo tiene que saber lo mismo, pero de forma ilimitada. ¿Quién eres, más allá de tu cuerpo físico? ¿Quién es tu madre ilimitada, aquella que siempre estará dando para sin condiciones y que nunca se enferma? ¿Dónde está el hogar de aquel que realmente eres?"

Las preguntas eran bastante complicadas, pero el niño tuvo una idea brillante. Y fue corriendo a abrir las tres puertas.

En la primera puerta, había un mensaje que decía: "Solamente aquellos que son puros e inocentes en su corazón pueden pasar por esta puerta." Entonces el niño entendió que era un ser puro, algo más allá de su propio cuerpo. Una luz, como la mamá le había enseñado.

En la segunda puerta, había un mensaje que decía: "Solamente aquellos que tienen amor profundo por todos los seres podrán pasar por esta puerta." El único ser que realmente tiene amor profundo por todos tiene que ser Dios, al menos la mamá le había enseñado esto. Así que Dios debe ser la madre de todos los seres humanos, aquella que nunca se enferma.

En la tercera puerta, había un mensaje que decía: "Solamente aquellos que tienen un conocimiento profundo de todas las cosas podrán pasar por esta puerta." Si el niño es un ser no físico y Dios es su madre, por lo tanto, el niño debe ser parecido con Dios. Así que pensó que Dios debe tener un hogar, donde vive y donde un día el mismo niño vivió. Ahora, el niño domina las respuestas a las tres preguntas. Y, fascinado, abre la puerta con mucha facilidad.

Detrás de la puerta, había una cajita con unas botellitas. Todo estaba muy bien explicado.
Cuando ya se iba, miró la pared. Había varias fotos. En una de ellas, reconoció el extraño mendigo.

AUTOR DESCONOCIDO.


sábado, 26 de junio de 2010

Las huellas del sentido de vivir.



Hoy vamos a comenzar nuestro programa "Quien soy, deja huella". Una narración que nos permite reflexionar sobre la importancia que tiene cada cosa que hacemos o evitamos, cada cosa que decimos o callamos, cada cosa que intentamos o abandonamos, porque en cada paso que damos hay un mensaje que se transmite, en cada actitud hay algo que transfiere más allá de nuestras voluntades… Porque nuestros comportamientos se convierten en huellas que con el tiempo nos favorecen o nos condenan…

Está claro que a veces nos reprochamos por lo que hicimos, por lo que dejamos de hacer o por lo que nunca intentamos… Lamentablemente si miramos para atrás y sentimos que hay cosas que nos quedaron pendientes tendremos la triste sensación de que ya no hay nada por hacer… Y es verdad, el pasado ya tiene la forma que le dimos en su momento cuando nos tocó improvisar ante cada situación, por lo tanto su estructura ya está lista.

Pero esta reflexión, no nos invita a pensar en lo que no hicimos o en lo que no pudimos, sino que nos convoca a meditar en que todavía estamos a tiempo de revertir las cosas, si nos lo proponemos, sabiendo que –como dice la misma- quien soy deja huellas, porque a medida que avanzamos por este sendero, aunque a veces no seamos conscientes de ello, vamos haciendo historia en cada paso…

Seguramente, habrá pasos que dejarán huellas que se puedan borrar con el correr del tiempo, como también habrá otras que quedarán impresas para el resto de la vida… A la magnitud de esas huellas nunca las podremos medir porque dependerá de la importancia que nos aporte a nosotros mismos como así también obedecerá al valor que le inspire a quienes nos acompañen en este viaje…

Posiblemente, habrá huellas que nos hagan volar por los cielos de la nostalgia o la melancolía, de la soledad o el desamparo, del odio o el sufrimiento, del dolor o la tristeza… Pero posiblemente, también habrá huellas que nos harán navegar por los mares del regocijo y la alegría, del amor y la pasión, de la satisfacción y el desafío, de la calma y la felicidad…

Una mezcla de sensaciones y emociones que a veces nos hacen sentir que estamos en conexión con la vida habitando en el paraíso del amor y las pasiones y otras veces que estamos totalmente desamparados, como solos en el mundo de la desgracia y la desdicha… Y sentimos, por la inevitable dualidad de las cosas, o que somos muy importantes o que no valemos nada…

Y de repente, la realidad se nos presenta con forma de hombre o de mujer, tirándonos un cable a tierra que nos conecta con la verdad, haciéndonos saber que no somos omnipotentes pero tampoco somos insignificantes… Y dejan huellas con sus palabras, con sus mensajes a veces implícitos, con un gesto o una simple sonrisa…

Y nos damos cuenta de que era así de simple… de que era así de fácil… Y nos damos cuenta de lo mucho que nos necesitamos los unos a los otros, aunque la mayoría de las veces no podamos advertirlo… Porque quien soy deja huellas… en mi vida y en tu vida y lo mismo pasa con vos, cada paso es una huella que deja marcas en el corazón que habita en tú pecho pero también deja marcas en los de aquellos a quienes les importas y para quienes significas algo.

Por eso, entiendo que esta reflexión nos debe servir, no para torturarnos por lo que no pudimos hacer o no pudimos ser, sino para comprender que todavía estamos a tiempo de innovar, de descubrir, reinventar, rectificar o transformar. Nos debe servir para revelar y manifestar, para confesar y exteriorizar todo aquello que nos pueda permitir vivir dejando la huella del “saber que la vida tiene sentido”, transmitiendo ese sentido de vivir…

"Quien soy, deja huella"



Una Maestra de New York decidió honrar a cada uno de los alumnos q estaban a punto de graduarse en el colegio, hablándoles de la huella q cada uno de ellos había dejado.
Llamo a cada uno de los estudiantes al frente de la clase, uno por uno. Primero les contó a cada uno como habían hecho huella en la vida de ella, y en la de la clase.
Luego presento a cada uno, con una cinta azul, impresa con letras doradas, en la cual se leía, " Quien soy deja Huella".
Al final, la maestra decidió hacer un proyecto de clase, para ver el impacto q el reconocimiento tendría en una comunidad.
Les dio a cada uno, tres cintas azules mas, y les pidió q fueran y extendieran esta ceremonia de reconocimiento. Luego deberían seguir los resultados, ver quien premio a quien, e informar a clase luego de una semana.Uno de los alumnos fue a ver a un joven ejecutivo de una industria cercana, y lo premio por ayudarle con la planificación de su carrera. Le dio una cinta azul, y la adhirió a su camisa.
Luego le dio las dos cintas extras y le dijo, "estamos haciendo un proyecto en clase de... "reconocimiento", y nos gustaría q usted encontrara a alguien a quien premiar, y le de una cinta azul.
Mas tarde ese mismo día, el joven ejecutivo fue a ver a su jefe, quien tenia reputación de ser una persona amargada, y le dijo q el lo admiraba profundamente por ser un genio creativo.
El jefe pareció estar muy sorprendido. El joven ejecutivo le pregunto si el aceptaría el regalo de la cinta azul, y darle permiso de ponerla en la camisa.El jefe dijo, "Bueno, !claro!" El joven tomo una de las cintas y la puso en la chaqueta del jefe, sobre su corazón.
Le pregunto, ofreciéndole la ultima cinta, "¿Podría tomar esta cinta extra, y pasarla premiando a alguien mas?"
Esa noche, el jefe llego a casa y se sentó con su hijo de 14 años, y le dijo," hoy me paso algo increíble".
Estaba en mi oficina, y uno de mis empleados me dijo q me admiraba y me dio esta cinta azul por ser un genio creativo. la cinta dice "Quien soy deja Huella".
Me dio una cinta extra y me pidió a alguien mas a quien premiar. Cuando estaba conduciendo a casa estaba pensando a quien premiar, y pense en ti. Quiero premiarte a ti.
Mis días son muy agitados y cuando vengo a casa no te pongo mucha atención. Te grito por no tener buenas notas y por el desorden de tu habitación.De alguna forma, esta noche, solo quería sentarme aquí y, bien, hacerte saber q tu me importas. Tu y tu madre son las personas mas importantes en mi vida. ¡Eres un gran muchacho, y te quiero!.El muchacho sorprendido empezó a sollozar y a llorar, no pudo parar. Todo su cuerpo temblaba. Miro a su padre y entre lagrimas dijo, "Papa hace un rato me senté en mi habitación y escribí una carta para ti y mama, explicando porque me había quitado mi vida, y les pedí q me perdonaran".Me iba a suicidar esta noche, después de q ustedes estén durmiendo. Yo pensé q a ustedes no les importaba. La carta esta arriba, no creo q la vaya a necesitar después de todo esto.
Su padre subió al 2do piso y encontró la carta, sincera y llena de angustia y dolor. El jefe regreso al trabajo totalmente cambiado. Ya no estaba amargado, pero se aseguro de hacer saber a todos sus empleados q ellos hacen la diferencia.
El joven ejecutivo ayudo a muchos otros jóvenes con laplanificación de sus carreras, uno de ellos era el hijo del jefe, y nunca se olvido de recordarles q ellos dejaban huella en su vida.

sábado, 19 de junio de 2010

Al final, la vida es eterna…


En un instante fatal te fuiste para siempre,
Quedándome llena de preguntas sin respuestas…
Aunque tú espíritu sigue vivo en mi recuerdo…
...En cada momento que mi mente y mi corazón te piensa…

Tu alma sigue vigente en mi,
Cada cosa del hogar alude a tu presencia…
Pero igual te extraño sin poder evitarlo…
Aunque te presiento todo el tiempo aquí, en mi, dando vueltas…

No voy a negar que me parece mentira que te hayas ido…
Porque aún percibo tu figura con gran eminencia…
Cómo convencerme de que no estás,
Si te siento, te sueño y te veo aunque estés alejado de esta tierra…

Me confirmas que en el cielo existen los sentimientos…
Porque te escapas de las nubes para venir a mi encuentro…
Me reafirmas que sigo siendo importante para vos…
Y haces trampa allá para robar unos minutos de mi tiempo…

Se que nadie más que vos amó a este mundo…
Por eso me visitas aunque te hayas mudado al cielo…
Y quiero decirte que yo te sigo amando como siempre…
Porque, que uno cosecha lo que siembra, realmente es cierto…

Salvadore de mi alma, me haces vivir la paradoja de la vida y la muerte…
Pero, ¿Cómo explicarlo? No hay palabras que definan este sentimiento…
Si me traes el reflejo de tu rostro impregnado de sonrisas…
Confesándome que ahora sí estás bien, y que hay vida en el cielo…

Porque dejaste de sufrir de una vez y para siempre…
Aunque mis manos ya no puedan tocarte y solo te presientan…
Ahhh, Salvadore… que tus ojos nunca dejen de mirarme…
Y deja que mis ojos siempre te vean…

Porque me hace bien saberte sano y lejos de todo sufrimiento…
Porque he descubierto que aun vives, aunque de otra manera…
Y más allá de que yo no pueda explicarlo de ningún modo,
Vos me enseñaste que al final… La vida es eterna…

Silvina Tissera
11 de Febrero de 2010

sábado, 5 de junio de 2010

"La fe que borra el temor al desafío"



La historia con la que hoy vamos a dar a apertura a nuestro programa nos enseña la importancia de creer en algo y nos invita a abrir nuestro corazón a la fe… nos habla de la importancia de tener confianza en la vida… sabiendo que siempre hay una salida… Aún, más allá de todo.


Muchas veces atravesamos situaciones difíciles y experimentamos la triste sensación de que estamos inmersos en un círculo en el que no encontramos manera de escaparnos… ¿Nos ha pasado? Si, nos ha pasado… y quizás más de una vez...


Pero seguramente también, más de una vez, haber tenido la certeza de que la historia podía cambiar, podía ser diferente y dar un giro positivo nos ha ayudado a ver la vida desde otra perspectiva, con más optimismo y ha sido el puntapié inicial para encarar las diferentes circunstancias con una mirada que lleva impresa la convicción de que todo puede mejorar…


Y es allí, precisamente, en ese sitio donde me encuentro con mi “mejor manera” de percibir los hechos el lugar en el que habita el don de la fe… en el mismo espacio en el que existe la gracia de la esperanza. Y es, entonces cuando me conecto con “lo mejor de mi” cuando empiezo a develar los máximos secretos que se esconden en lo más recóndito del alma…


Ya que ¿cuántas cosas nos privamos de hacer frustrados por el miedo?, ¿cuántas cosas nos privamos de sentir por el temor a fracasar?, ¿cuántas veces dejamos de ser lo que queremos ser por la perturbación de pensar en el “qué dirán”?…


Y sin embargo, si abandonamos, aunque sea por un momento, todo lo que nos rodea y nos involucramos comprometidamente con todo lo que nos pasa en el corazón… La historia que nos toca escribir a cada instante de nuestras vidas puede ser totalmente diferente… Y podremos imprimir en cada anécdota la experiencia de haber actuado sin temor al desafío, característica que nos hace grandes y nos ayuda a crecer…


Periodista Silvina Tissera.

Constanza y su ángel guardián.


Constanza vive en un pequeño pueblo de un país muy lejano, donde el sol es el gran amigo de los hombres, vive con sus padres que son personas muy pobres en una casita de barro en la ladera de un cerro llamado El Tornillo por su forma puntiaguda y su camino que lo rodea varias veces y que lleva a los acantilados de la costa. Ella recorre todos los días una gran distancia para ir a buscar sus animales por este camino pedregoso y muy angosto que la lleva a una planicie donde hay abundante pasto y agua, parece un gran oasis entre la costa y los cerros del sector.Un día de Julio cuando caminaba por el acostumbrado sendero en busca de una cabrita que se había extraviado, sintió por primera vez un a brisa cálida extraña para los fríos días de la época del año, le llamo la atención en un primer momento, pero no le dio mayor importancia y siguió su viaje llamando con gritos y silbidos a la pequeña bandida extraviada.Paso un rato y el viento silbo de una manera especial, como si fuera un eco de sus propios silbidos, Constanza esta vez se sintió un poco incomoda y asustada, repitió varias veces su acostumbrado silbido para llamar a las cabritas y esperó atentamente para ver que pasaba. El silencio fue rotundo y solo se sentía a lo lejos el chocar de las olas contra los acantilados. Siguió su camino al ver que no tenía respuesta, en ese preciso instante sintió como se repetía su llamado. Asustada miró en todas direcciones pensando que podía ser una broma de algún niño hijo de los lugareños de los alrededores. No encontró a nadie a la vista, entonces apuró el paso y casi corriendo se dirigió al extremo del camino. La suave brisa tibia y los silbidos se repitieron y Constanza se asustó mucho pues se encontraba muy lejos de su casa y no la podían ayudar sus padres. Se sentía confundida pues no entendía lo que estaba pasando, su angustia fue mayor al oír nuevamente los silbidos y esa cálida brisa.Constanza asustada solo se arrodilló y se cubrió la cara con sus manos, fue entonces que una voz la que parecía venir de todas direcciones la llamo por su nombre, la niña cada vez más asustada no respondió y ni siquiera quiso mirar. La voz una vez más la llamo y dijo:"Constanza, no llores más, por que temes si yo estoy a tu lado siempre"Constanza , al oír la voz se tranquilizó pues le pareció conocida y abrió sus ojos para ver de donde provenía . No veía a nadie en su alrededor y penso que la podía haber imaginado. Entonces la voz nuevamente le hablo y le dijo:"Constanza, por que no me respondes. Soy yo, tu amigo de siempre".La niña aún asustada pregunto:"¿ Quien eres tu"La voz respondió:" Yo tu amigo"."¿Cuál amigo, te escucho pero no te puedo ver?, Consulto la niña." No me ves por que tu corazón esta cerrado e incrédulo"En ese instante la brisa se hizo sentir, pero ahora más cálida que antes, Constanza se regocijo y pregunto:"¿Esa brisa de donde viene?La voz respondió:"Es el agitar de mis alas"Constanza más confiada replicó:"¿Eres acaso un pájaro?."No exactamente", dijo la voz, "pero de esta forma llego más rápido cuando me necesitas"La niña un poco confundida dijo:"Cuando te necesito, pero si ni siquiera te conozco""Me conoces desde que naciste, pues estoy desde ese momento a tu lado", Explicó la voz."Pero, ¿Quién eres? Y ¿Dónde estás? , ¿Por qué no te puedo ver?."Ya te dije, tu corazón esta aún temeroso y no te deja ver"La brisa nuevamente se hizo sentir, y Constanza preguntó:"Estas moviendo tus alas otra vez?"Si, pues quiero que ya no sientas miedo de mi", contesto la voz.La niña más tranquila y confiada consultó:" Ya me siento mucho mejor, no se por que creo que de verdad te conozco, ¿Por que no te nuestras para poder reconocerte?La voz no respondió y una luz se posó en un pequeño arbusto, Constanza asombrada pregunto:¿Eso eres tu, una luz?" Soy la luz de tu vida, El Padre me ha enviado para cuidarte""¿El Padre, te refieres a mi Diosito.?, preguntó la niña."Exactamente, el me envió y yo estoy feliz.", replicó la voz."¿Y donde vives?" , preguntó Constanza."En tu corazón" respondió la voz."Pero como, no te entiendo? Consulto la niña." Es muy fácil, cada vez que me haz necesitado yo te he ayudado y salgo de tu corazón para auxiliarte", respondió la voz."¿Pero como, si yo no te he llamado nunca, además tengo muy buena suerte, pues me he salvado de muchas... y sola sin la ayuda de nadie?", replicó orgullosa la niña.Se sintió una suave risa y la voz dijo:" ¿Te refieres a la vez, que subiste al acantilado y al resbalarte lograste afirmarte de una rama. O la vez que los coyotes aullaban en la colina de tus cabras y un gran viento los asusto. O quizás aquella vez que te dormiste pensando que tu papá había muerto y soñaste que estaba bien y solo el temporal lo había hecho quedarse en un refugio de la montaña?""¿Pero como sabes todo eso, yo no se lo he contado a nadie?, asombrada pregunto Constanza."Muy fácil, yo estaba hay, en el acantilado fue mi brazo el que te sujeto, el viento que asusto a los coyotes fue mi soplido y el sueño en la noche de tormenta te lo conté yo" . Respondió."Me acuerdo ahora que lo dices, ¿Cómo te llamas? , Pregunto Constanza."Mi nombre es Neuviah, y soy tu ángel de guarda" dijo la voz." Un ángel , entonces es verdad que existen", replico la niña." Si, y es nuestra gran pena que hoy día los niños no crean en nosotros, pues somos un regalo del Padre, y como todo regalo nos gustaría ser bien recibidos" dijo el ángel." Te pido perdón por eso, pero yo tampoco te conocía hasta hoy y ahora que se que eres tu el que me acompaña siempre ya no tendré miedo de caminar por estos senderos", ¿Pero hasta cuando me acompañarás Neuviah, cuando sea grande también estarás conmigo? Pregunto Constanza." Para siempre", respondió el ángel.Había pasado el tiempo y ya se oscurecía, la cabra no había aparecido. Constanza preguntó a su ángel si aún estaba, pero no hubo respuesta, volvió a preguntar y la respuesta fue la misma, solo las olas reventando a lo lejos en el acantilado. De pronto la cabra apareció por una curva del camino y Constanza sonrío y dijo:"Gracias, Neuviah"Volvió a su casa y después de cenar , se acostó pensando en lo que había sucedido esa tarde , trato de dormir pero no podía , entonces su corazón se agitó y rápidamente sus manos se juntaron y comenzó a decir una oración:" Angel de mi guarda, dulce compañía no me desampares ni de noche, ni de día. Amén:" , luego durmió plácidamente.

sábado, 29 de mayo de 2010

¿Jueces de la vida ajena o actores de la vida propia?


Estamos acostumbrados a juzgar todo el tiempo…
A mirar que es lo que pasa “en la vereda de enfrente” y muchas veces no medimos las palabras. Adoptamos de la nada la facultad de sentirnos supremos y desde ese lugar creemos que estamos capacitados para juzgar todo aquello que sucede. Pero por sobretodo, todo aquello que pasa en la vida ajena. Por tal motivo, muchas veces, por estar pendiente de los acontecimientos de los otros sentimos que nuestra vida es demasiado digna o demasiado miserable, y por lo general nos olvidamos de lo más importante… Nos olvidamos de recordar que lo vemos “desde afuera” no son más que recortes de la realidad…
Quizás, nuestras vidas miradas desde “la vereda de enfrente”, también pueda verse perfecta o pueda verse desastrosa… Y sin embargo, los que no protagonizan la historia no pueden ver más que un simple trazo de la realidad, un simple fragmento de la misma…
Aunque, si de repente cambiamos nuestra actitud y abandonamos el “tribunal de justicia” en el que nos hemos metido para decir lo que está bien o lo que está mal y simplemente nos disponemos a abrir nuestro corazón para dejar que las ideas fluyan naturalmente y nuestros pensamientos se vuelvan realidades tangibles, olvidándonos de los otros por un momento, seguramente estaremos ocupados en descubrir los secretos que se alojan en nuestro interior y que están esperando ser revelados para deslumbrar con lo mejor de cada uno de nosotros…
Porque mirando siempre hacia “la vereda de enfrente”, además del daño causado hacia a los demás por nuestras valoraciones, a veces incorrectas, a veces incompletas y la mayoría de las veces sin sentido, nos olvidamos de la tarea de dilucidar lo que somos de verdad…
Porque mirando siempre hacia “la vereda de enfrente” no podemos tener vida propia ni historia que nos identifique como personas… Y lo peor de todo es que si dedicamos nuestro tiempo en estar siempre mirando hacia “la vereda de enfrente” sencillamente no podemos ser…
Por eso hoy comenzamos nuestro programa con esta moraleja que nos deja la historia de
"El juicio" para reflexionar sobre nuestro “papel” en la historia que nos toca vivir y darnos cuenta si hemos optado por ser jueces de la vida ajena o actores de la vida propia…

Periodista Silvina Tissera.

"El juicio".

En una aldea había un anciano muy pobre, pero hasta los reyes envidiaban porque poseía un hermoso caballo blanco
Los reyes le ofrecieron cantidades fabulosas por el caballo pero el hombre decía: "Para mí, él no es un caballo, es una persona. ¿Y cómo se puede vender a una persona, a un amigo?". Era un hombre pobre pero nunca vendió su caballo.
Una mañana descubrió que el caballo ya no estaba en el establo. Todo el pueblo se reunió diciendo: "Viejo estúpido. Sabíamos que algún día le robarían su caballo. Hubiera sido mejor que lo vendieras. ¡Qué desgracia!".
-"No vayáis tan lejos" - dijo el viejo- "Simplemente decid que el caballo no estaba en el establo. Este es el hecho, todo lo demás es vuestro juicio. Si es una desgracia o una suerte, yo no lo sé, porque esto apenas es un fragmento. ¿Quién sabe lo que va a suceder mañana?".
La gente se rió del viejo. Ellos siempre habían sabido que estaba un poco loco. Pero después de 15 días, una noche el caballo regresó. No había sido robado, se había escapado. Y no solo eso sino que trajo consigo una docena de caballos salvajes.
De nuevo se reunió la gente diciendo: "Tenías razón, viejo. No fue una desgracia sino una verdadera suerte."
-"De nuevo estáis yendo demasiado lejos" - dijo el viejo- Decid solo que el caballo ha vuelto... ¿quien sabe si es una suerte o no? Es sólo un fragmento. Estáis leyendo apenas una palabra en una oración. ¿Cómo podéis juzgar el libro entero?".
Esta vez la gente no pudo decir mucho más, pero por dentro sabían que estaba equivocado. Habían llegado doce caballos hermosos.....
El viejo tenía un hijo que comenzó a entrenar a los caballos. Una semana más tarde se cayó de un caballo y se rompió las dos piernas. La gente volvió a reunirse y a juzgar: "De nuevo tuviste razón" – dijeron -. Era una desgracia. Tu único hijo ha perdido el uso de sus piernas y a tu edad el era tu único sostén. Ahora estás más pobre que nunca.
-"Estáis obsesionados con juzgar" - dijo el viejo." No vayáis tan lejos, sólo decid que mi hijo se ha roto las dos piernas. Nadie sabe si es una desgracia o una fortuna. La vida viene en fragmentos y nunca se nos da más que esto.
Sucedió que pocas semanas después el país entró en guerra y todos los jóvenes del pueblo eran llevados por la fuerza al ejército. Sólo se salvó el hijo del viejo porque estaba lisiado. El pueblo entero lloraba y se quejaba porque era una guerra perdida de antemano y sabían que la mayoría de los jóvenes no volverían.
-"Tenías razón viejo era una fortuna. Aunque tullido, tu hijo aún está contigo. Los nuestros se han ido para siempre".
-"Seguís juzgando- dijo el viejo. Nadie sabe. Sólo decid que vuestros hijos han sido obligados a unirse al ejército y que mi hijo no ha sido obligado. Solo Dios sabe si es una desgracia o una suerte que así suceda".
No juzgues o jamas serás uno con el todo. Te quedarás obsesionado con fragmentos, sacarás conclusiones de pequeñas cosas. Una vez que juzgas, has dejado de crecer.
AUTOR DESCONOCIDO

sábado, 22 de mayo de 2010

"La satisfacción de ser auténticos y únicos"


Hoy decido comenzar el programa con la historia de "El mago y el ratón" porque nos hace pensar en la idea maravillosa que significa el hecho de poder sentirnos diferentes, con cualidades distintas a los demás porque eso indefectiblemente nos da una personalidad única que marca nuestra autenticidad sobre el resto… Convenciéndonos de que nadie es mejor ni peor que nadie y fascinándonos ante la certeza de que si estamos acá es para algo y no por casualidad…

Es cierto que tenemos semejanzas, pero también tenemos diferencias con las personas que nos vamos cruzando en este viaje. Y en este sentido lo mas importante es poder descubrir cuáles son nuestras características mas virtuosas que nos permiten brillar por sobre los demás para poder seguir construyendo día a día nuestra identidad en base a aquello que nos hace auténticos y únicos…

Cuando imitamos, cuando copiamos, cuando nos enfocamos solamente en las virtudes ajenas dilapidamos la capacidad de ver lo que realmente tenemos, lo que realmente somos y paralelamente perdemos la capacidad de escuchar la voz que nace desde el alma, que emerge desde el corazón y que es la que nos indica hacia donde nos debemos dirigir y de qué manera debemos actuar…

Pero, si de repente optamos por dejar de lado las comparaciones y nos animamos a vivir nuestra vida sabiendo que podemos tener errores y aciertos, alegrías y tristezas, entendiendo que podemos jugarnos por lo que sentimos e ir detrás de lo que deseamos sabiendo que podemos ganar o perder seguramente tendremos la tranquilidad de vivir la experiencia propia, la nuestra…

Y aunque, en algunas ocasiones sintamos que hemos perdido, seguramente el tiempo nos demostrará que en realidad hemos ganado, porque viviendo solo se gana aunque a veces nuestras expectativas no se cumplan y tengamos la sensación de que nuestros anhelos van a contramano de la realidad. Sí, se gana en experiencia, se gana en conocimientos y se gana al capitalizar nuevos aprendizajes…

A veces cuando miramos a nuestro alrededor podemos sentirnos superiores o podemos sentirnos inferiores, dependerá del modelo con que nos comparemos. Y en base a eso podremos sentirnos dichosos o podremos sentirnos frustrados lo que nos llevará a tener una vida de felicidad o de amargura. Pero, si nos damos la posibilidad de no hacer comparaciones y de convencernos de que nadie es mejor que nadie seguramente podremos vivir con la satisfacción de sabernos únicos con la autenticidad de los que se animan a construirse un proyecto propio lejos de las imitaciones y lejos de las copias.

Bienvenidos a “Noche de Melodías para el Corazón”…

Periodista Silvina Tissera.

"El mago y el ratón"



El cuento de hoy nos recuerda uno de tantos cuentos que tienen en sus manos desde que son pequeños. Servirá a todos para recordar la importancia que cada servidor tiene dentro del Plan Divino y ayudará a que cada vez sea más el tiempo que permanezcan encendidos. Aún faltan muchas cosas por pasar, muchas experiencias por vivir para que nosotros podamos decir: "siempre están encendidos". Mientras tanto, sirva esta parábola para recordarles qué tan valiosos son:
Era un gran mago que todo lo podía, de fuerza y poder extraordinario. Un día, en su camino vio a un pequeño, al verlo se dijo a sí mismo:
--"Haré algo bueno por él".
Sus palabras se dirigieron entonces al frágil ratoncito:
--"Has pasado por mi camino, en premio, ya no serás más un ratón, serás la más bella de las mujeres, la más talentosa, la más llena de todas las virtudes."
Dicho esto, con un breve ademán, la convirtió, según su propósito, en una bella doncella. Una vez hecho esto le dijo:
--" Ahora, ¿qué deseas ?, pídame lo que quieras, mi fuerza y mi poder es grande. Dime qué es lo que deseas, que yo te lo concederé.
La doncella respondió :
--"Quiero casarme con el ser más poderoso de la Tierra".
El mago respondió :
--"Te casaras con el Sol, él es quién da Luz y Calor al planeta."
El Sol respondió :
--"¿Qué tanto es mi valor y mi poder que una simple nube puede cubrirme y quitar mi calor ?"
EL mago reflexionó y dijo :
--"Es cierto, entonces, será con las nubes que son capaces de tapar al sol, que nos dan la lluvia para que crezcan los campos, con el agua que es indispensable para la vida".
Más el ser de las nubes respondió :
--"Tanta es mi fuerza y mi importancia, que el viento, solo, me
mueve a su antojo".
Nuevamente el mago pensó :
--"Es cierto, te casaremos con el viento".
El viento, habiendo escuchado dijo:
--"Tanta es mi fuerza, que una montaña me detiene y no puedo pasar a otro lado, me estrello contra ella, y más no puedo avanzar".
El mago se quedó razonando nuevamente:
--"¡ Ya sé !, te casarás con el espíritu de la montaña, nadie la mueve".
A lo que la montaña respondió:
--"No soy el más poderoso de la Tierra... ¿Qué tanto es mi valor, que un simple ratoncito me roe las entrañas, y hace su madriguera dentro de mi ?"
Comprendiendo el mago la verdad de todo lo anteriormente dicho, y sin decir más, volvió a su forma original a la que antes era una ratoncita. Luego la observo alejarse con el ratón que roía las entrañas de las montañas y comprendió el mago:
--"Nadie es más fuerte y nadie es mejor, sólo Dios en su infinita sabiduría da a cada ser su lugar."
--"Cada uno tiene su importancia, cada uno es hijo de Dios, en las múltiples manifestaciones del ser."
Hermanos, no traten de ser como tal o cual persona, porque cada uno tiene su valor, cada uno en lo que desarrolla, en el servicio que presta, en el servicio que les nace hacer, ahí está su lugar. Cada uno en el lugar que le corresponde realiza su misión, con humildad recuerden que los últimos serán los primeros.
Este cuento es bastante claro para todos, por eso les digo: sean humildes, reconozcan su propio valor, cada uno es importante y entre todos forman fuerza poderosa como hijos del Sol.
Aquí dejaré mis palabras, les dejo mi luz y mi bendición. Que el Amor reine eternamente en sus corazones.
Maestro Jesús

sábado, 15 de mayo de 2010

"Una cuestión de actitud y de presente".




En este sábado, vamos a comenzar nuestro programa con “El caso de Jerry”, la reflexión sobre un hombre optimista, poseedor de una mirada muy profunda sobre los acontecimientos que le rodean y portador de una perspectiva esperanzadora acerca de la vida… Un tipo de hombre que todos podríamos imitar…

Cada uno de nosotros es protagonista de una historia. Hay momentos en que nuestras experiencias coinciden con la de otros y es en esa coincidencia donde sentimos que tenemos puntos en común. De igual manera, hay circunstancias donde somos actores de los hechos y otras donde sentimos que los hechos nos superan totalmente. A quién no le ha pasado alguna vez, ¿no?

No obstante, lo más importante es saber que seguimos andando y construyendo un camino. A veces nos llenamos de incertidumbres y no sabemos bien hacia donde vamos, experimentamos la sensación de haber perdido el rumbo y es, en esos casos, donde se vuelve necesario tener la convicción de que hay que continuar caminando…

Y si seguimos caminando, la mejor opción que tenemos es avanzar por esta senda siendo perseverante y optimista. Es una cuestión de actitud, y el primer paso es proponérselo. A veces, cuando no nos sentimos bien nos cuesta ver que la vida está llena de oportunidades. Y que es cierto que como lo expresa esa frase tan pero tan pronunciada por todo el mundo “Lo mejor está por llegar”.

Pienso que es una cuestión de actitud de mirar lo que hoy tengo, lo que hoy puedo, y lo que hoy soy como persona. Y pienso también que es una cuestión de “presente” porque lo vivido no se puede cambiar y el futuro solo tendrá sentido si nos animamos a la aventura de darle forma a lo que hoy nos está pasando. Por lo tanto, lo más importante es aprender a valorar lo que tengo aquí y ahora.

En este preciso momento que estoy vivo tengo la opción de escribir un capítulo interesante en mi historia personal o puedo dejar que las circunstancias hagan conmigo lo que quieran. Puedo transformarme en víctima de los hechos o un protagonista de la historia… Pero en este mismo momento… Porque el tiempo es un recurso escaso que aún cuando nosotros nos detenemos, él sigue andando…

Periodista Silvina Tissera.

El caso de Jerry.




Jerry era director de un restaurante en una pequeña ciudad de Estados Unidos. Siempre estaba de buen humor y tenía algo positivo que decir.
Era un motivador nato. Por dos veces, cuando cambió de trabajo, varios de sus empleados se empeñaron en seguirle a donde él fuera a trabajar. Si un trabajador tenía un día malo, Jerry siempre estaba allí, haciéndole ver el lado positivo de la situación.
Su manera de ser provocó mi curiosidad, así que un día le pregunté: «No me lo explico. No se puede ser positivo siempre, sin interrupción. ¿Cómo lo haces?». Jerry me contestó: «Cada mañana me levanto y me digo, tengo dos opciones, puedo elegir estar de buen humor o de mal humor. Y siempre elijo estar de buen humor. Cada vez que ocurre algo malo, puedo elegir entre el papel de víctima o el de aprender algo de aquello. Y procuro elegir lo de aprender algo. Cada vez que le oigo a alguien quejarse, puedo elegir entre sumarme a sus lamentos o fijarme en el lado positivo de la vida, y siempre escojo el lado positivo de la vida.»
«Pero no siempre es tan fácil», protesté. «Tampoco es tan difícil», contestó Jerry. «La vida es una elección constante. Cada situación es una elección. Eliges cómo reaccionar ante las situaciones. Eliges cómo va a afectar la gente a tu humor. Eliges estar de buen o de mal humor. Es elección tuya decidir cómo vives tu vida.»
Tiempo después, Jerry fue víctima de un atraco. Había olvidado cerrar con llave la puerta trasera del restaurante mientras hacía el balance de caja del día, y entraron dos hombres armados. Trató de abrir la caja fuerte, pero con el nerviosismo fallaba la combinación. Los atracadores se pusieron más nerviosos aún que él, y acabaron por dispararle. Afortunadamente, le llevaron enseguida al hospital, y después de una larga operación y varias semanas de convalecencia, Jerry recibió el alta.
Vi a Jerry unos meses después. Le pregunté qué le había venido a la mente cuando ocurrió el atraco. «La primera cosa en que pensé es que debía haber cerrado bien la puerta. Luego, después de que me disparasen, cuando estaba tendido en el suelo, recordé que tenía dos opciones: podía elegir vivir, o podía elegir morir. Y escogí vivir.»
«Los camilleros eran unos tíos simpáticos. Me animaban. Me decían que me iba a poner bien. Pero cuando me metieron en la sala de urgencias y vi las caras de los médicos y enfermeras, mientras me exploraban, me asusté realmente. En sus ojos se leía “es hombre muerto”. Entonces vi que tenía que pasar a la acción.»
«¿Qué hiciste?», pregunté. «Bueno, había una enfermera que me preguntaba a gritos si era alérgico a algo. “¡Sí!”, le contesté. Se hizo un silencio grande. Esperaban que continuara. Yo cogí aire y dije: “Sí, tengo alergia... ¡a las balas!”. Después de las risas de todos, les dije: “Quiero vivir. Así que, por favor, opérenme cuanto antes”».
Jerry piensa que vivió gracias a los médicos y enfermeras, pero también gracias a su actitud. Yo aprendí de él que cada día puedes elegir si vas a encarar la vida con ganas o te vas a amargar. La única cosa enteramente tuya, que nadie puede controlar o asumir en tu lugar, es tu actitud. De modo que si tu te das cuenta de esto, todo lo demás de la vida se hace bastante más fácil.

sábado, 8 de mayo de 2010

Bienvenidos a Noche de Melodías para el Corazón...





Hoy quiero comenzar el programa con la bellísima reflexión “El gran violinista llamado Paganini.” Aludiendo a todos aquellos que más de una vez nos hemos sentido superados por las circunstancias llegando a creer que “hasta aquí llegamos” y que no podemos más… La idea es saber que eso es mentira… Siempre se puede salir adelante, quizás en momentos de dolor no lo comprendemos pero el tiempo nos ayuda a discernir que con voluntad todo pero absolutamente todo se puede…


A medida que vamos recorriendo el camino de la vida, vamos atravesando situaciones de lo más placenteras y agradables pero también aquellas que no lo son tanto…
Como seres humanos que somos, sujetos a una cultura, estamos acostumbrados a construirnos expectativas sobre diferentes aspectos que se pueden cumplir pero cuando no se cumplen es inevitable caer en una situación de dolor que parece –falsamente- que no podremos superar jamás.

Está claro que no nos pueden soslayar momentos de pérdidas, de despedidas, de soledad, de ausencias, de dolor, de arrepentimiento, de miserias o desdichas y de tantas otras cosas más que tantas veces nos tocan experimentar como un hecho ineludible que nos ayuda a crecer y evolucionar…

Pero estas etapas de la vida funcionan como aprendizajes por la enseñanza misma que nos deja la práctica. Porque improvisando es como vivimos, porque tenemos sueños y convicciones pero no certezas. No sabemos que es lo que nos puede pasar.

Podemos elaborar un mapa con nuestros anhelos y actuar en consecuencia para cumplirlos pero nada asegura que se vayan a realizar al pie de la letra, tal como lo planificamos. Es posible… pero no es probable… He aquí que aprendemos que solo el tiempo tiene la verdad, solo el tiempo tiene la respuesta… Y por lo tanto debemos dotarnos de paciencia y saber esperar…

Y si se hacen realidad nuestros sueños, ¡que maravilla! Y sino ¡No habrá sido el momento! ¿Es tan simple?… No es tan simple aceptarlo, es simple decirlo… Pero lo importante de todo es que no es imposible… ¿Cuántas veces hemos escuchado hablar de las misiones que están previamente establecidas para cada uno de nosotros? Qué misterio tan grande eso…

Pero lo cierto es que estamos en este mundo ocupando un lugar, quizás con una misión previamente establecida o que se va construyendo en la medida en que vamos transitando los senderos de la vida… Yo tengo la certeza de que estamos aquí para algo… Y es nuestra misión, en el andar por este camino, descubrir para qué…

El gran violinista llamado Paganini.



Algunos decían que él era muy extraño...
Otros, que era sobrenatural...
Las notas mágicas que salían de su violín tenían un sonido diferente, por eso nadie quería perder la oportunidad de ver su espectáculo...
Una cierta noche, el palco de un auditorio repleto de admiradores estaba preparado para recibirlo.La orquestra entró y fue aplaudida.
El maestro fue ovacionado.
Mas cuando la figura de Paganini surgió, triunfante, el público deliró.
Paganini coloca su violínen el hombro y lo que se escucha es indescriptible.
Breves y semibreves, fusas y semifusas, corcheas ysemicorcheas parecen tener alas y volar con el toquede sus dedos encantados.
De repente, un sonido extraño interrumpe el solaz de la platea.
Una de las cuerdas del violín de Paganini se rompió.
El maestro paró.
La orquestra paró.
El público paró.
Pero Paganini no paró.
Mirando su partitura, continúa arrancando sonidos deliciosos de un violín con problemas.
El maestro y la orquesta, exaltados, vuelven a tocar.
Antes de que el público se serenara,otro sonido perturbador derrumba la atención de los asistentes.
Otra cuerda del violín de Paganini se rompe.
El maestro paró nuevamente.
La orquesta paró nuevamente
Paganini no paró.
Como si nada hubiese sucedido, él olvidó las dificuldades yavanzó sacando sonidos de lo imposible.
El maestro y la orquesta, impresionados volvieron a tocar.
Pero el público no podría imaginarlo que estaba por suceder.
Todas las personas, atónitas, exclamaron OHHH!
Una tercera cuerda del violín de Paganini se rompe.
El maestro se paralizó.
La orquesta paró.
La respiración del público se detuvo.
Pero Paganini como si fuese un contorsionista musical, arranca todos los sonidos de la única cuerda que sobrara de su violín destruido.
Como si fuese un contorsionista musical, arranca todos los sonidos de la única cuerda que sobrara de su violín destruido.
El público parte del silencio para la euforia,de la inercia para el delirio.
Paganini alcanza la gloria.
Su nombre corre a través del tiempo.
No es apenas un violinista genial.
Es el símbolo del profesional que continúa adelante frente a lo imposible.
Moral de la Historia
Yo no se el tipo de problemas que estás teniendo.
Puede ser un problema personal, conyugal, familiar,no se lo que está afectando tu estima o tu desempeño profesional.
Pero una cosa si se.
No todo está perdido.
Todavía existe una cuerda y estocando con ella que ejercerás tu talento.
Tocando con ella es que vibrarás.
Aprende a aceptar que la vida siempre te dejaráuna última cuerda.
Cuando estés desanimado, nunca desistas.
Aún existirá la cuerda de la persistencia inteligente, del“intentar una vez más", del dar un paso más con un enfoque nuevo.
Despierta el Paganini que existe dentro de tiy avanza para vencer.
Victoria es el arte de continuar,donde los otros resuelven parar.
Cuando todo parece desmoronarse, bríndate una oportunidad y continúa hacia adelante.
Toca la cuerda de la motivación y arráncale sonidos deresultados positivos.
Pero antes pregúntate:
¿Quién motiva al motivador?
Esto es: ¿Quién motiva tu cerebro,que motiva tu mano, que toca tu violín?
No te frustres, no te desesperes, recuerda: aún existe la última cuerda.
La cuerda del aprender de nuevo para deslumbrar y generar soluciones.
Nunca la vida te romperá todas las cuerdas.
Si los resultados están mal, es tu oportunidad de tocar la última cuerda, la de la imaginación que reinventa el futuro con innovación continua.
Es siempre la cuerda olvidada que te dará el mayor resultado.
Pero, si por acaso, estuvieras en el fondo del pozo, esta es tu oportunidad de tocar con la mejor cuerda del universo:
Creer en tí

Marcos García Gamboa

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